viernes, 27 de febrero de 2015

El coquí



El coquí
Cierto día después que el Ké (la tierra) y el Bagua (el mar) fueron divididos por Yocahú (dios supremo de todo lo creado) los animales grandes y pequeños habitaron la superficie terrestre.
Yukiyú (dios del bien) había preparado una Cáiku (isla) muy parecida al Edén, llevó allí algunos animales escogidos por él. Entre la flora, la brisa y las estrellas todos los animales se durmieron. Yukiyú decidio darle a la noche un sonido melodioso. Quería una nana permanente y natural que nos sirviera de arrullo y compañía. Escogio de entre las ranas, una de ellas, la más pequeña, temerosa y resbaladiza, con grandes ojos azabache que se escondía entre las hojas de plátano. Tomándola en sus manos le susurro diciéndole: “ve descubre tu isla, conocela, disfrutala y amala. Se el vigilante de los sueños nocturnos, profeta de mi Edén Trópical”.
Al día siguiente, un radiante Agüeybana (sol grande) salió imponente desbordando toda su luz por la serranía. Fueron saliendo del bosque las xaxabís (cotorras), los jubos (culebras), los mucarús (buhos), las iguanas, los guatibiris, los guabas (arañas), los guaraguos (aves), los jueyes, las jutias (conejos), los tanamás (mariposas) los biajaní (palomas) y los Cokies. Así fue que Yukiyú nos dotó de una fauna muy particular y propia.

Leyenda taína de Guanina y Sotomayor








Guanina era una india taína, hermana de Agueybaná el Bravo, osea, el jefe de la tribu y de un grupo de bravos guerreros, el cacique supremo de toda la isla de Puerto Rico. Guanina significa en el lenguaje taíno: "Resplandeciente como el oro".          Los conquistadores españoles se habían apoderado de la isla de Borinquén, que así se llamaba entonces la isla de Puerto Rico.
          En aquel tiempo, un indio llamado Guarionex vivía enamorado de Guanina. Guanina era la hermana del cacique supremo, ósea el jefe de todas las tribus de la isla.
          Guarionex cada vez que veía a Guanina el corazón le latía a tal magnitud que parecía que se le quería salir del pecho. Cada vez que el la veía le declaraba su amor. Ella no le correspondía porque ella vivía enamorada de un conquistador español llamado Don Cristobal de Sotomayor, alcalde mayor y fundador de un poblado al que había bautizado con su propio apellido.
          Guarionex lleno de odio mortal hacia Sotomayor, le gritaba: - ¡Don Cristobal, uno de los dos debe de morir! Tú no mereces vivir porque me robaste el amor de Guanina, y yo no quiero seguir viviendo si me falta su amor.
          Los indios ya no podían soportar mas el trato cruel de los españoles. Los indios taínos los habían recibido con amistad y habían celebrado la ceremonia del guatiao ( pacto de fraternidad que sellaban con el intercambio de nombres). Por eso al cacique Agüeybaná también se le llamaba Don Cristobal.
          Los españoles haciendo caso omiso al pacto, se repartieron a los indios como siervos. Los explotaban especialmente en los yacimientos de oro. Ya desesperados los indios anhelaban volver a ser libres. Una noche, celebraron un areito (reuniones para celebrar sus fiestas, recordar tradiciones, y tomar decisiones sobre todo cuando era necesario tomar una decisión sobre una guerra). Esa noche Agüeybaná y los taínos decidieron que los españoles tenían que morir para ellos poder ser libres otra vez.
          Guarionex quiso el poblado de su enemigo mayor, que era Don Cristobal de Sotomayor. Güarionex no pudo matar a Don Cristobal de Sotomayor porque en ese momento Sotomayor estaba llegando al bohío de Agüeybaná donde Guanina le advirtió que se salvara que los indios se habían revuelto en su contra.
          Sotomayor se fue con sus soldados a La Villa de Caparra para ver al Gobernador. Agüeybaná le prestó a Sotomayor a unos Naborías para que lo ayudaran con la carga. Pero en secreto les dijo que cuando empezara el ataque, huyeran con la carga. Guanina no quiso dejar a Sotomayor huir solo y se fue con el.
          Los indios tainos los persiguieron y el ataque empezó. Sotomayor peleaba ferozmente con su espada mientras los golpes de las macanas de los indios le iban abriendo profundas heridas. En el momento de mayor peligro, Guanina se interpuso entre Sotomayor y los indios y recibió en su cuerpo la herida mortal que iba dirigida a su amado. En ese momento de distracción de Sotomayor, Agüeybaná aprovechó para traspasarlo con su flecha. Cayó Sotomayor en los brazos de su amada Guanina.
          Agüeybaná mandó a que los enterraran juntos, pero que a Sotomayor le dejaron los pies fuera de la tumba para que no pudiera encontrar el camino a la tierra de los muertos.
          Poco después los españoles rescataron los cuerpos y los enterraron, uno al lado del otro, al pie de un risco empinado y a la sombra de una enorme ceiba.
          Desde entonces, los jíbaros dicen que cuando el viento agita de noche las ramas del árbol frondoso, se oye un murmullo, que no es el rumor de las hojas, y se ven dos luces muy blancas, que no son luces de luciérnagas o cucubano, sino los espíritus de Guanina y Sotomayor que flotan, danzan y se funden, cantando la dicha de estar unidos siempre.




Vocabulario

bohío = casas o chozas donde vivían los indios.
Caparra = primera residencia del conquistador, gobernador de Puerto Rico, Juan Ponce de León
cucubano = insecto volador que despide una luz azulada durante la noche
jíbaro = nombre conque se conoce a los campesinos puertorriqueños.
macana = arma defensiva de los indios, hecha de madera más dura de una especie de palma.
Naborias = indios que trabajaban como siervos para un señor, ya éste un cacique o colono español
Taínos = palabra indígena que significa "los buenos" y que da nombre a los indios de las Antillas Mayores.
guatiao = pacto de fraternización que sellaban con nombres
areito = reuniones que hacían los indios para celebrar sus fiestas, recordar tradiciones, tomar decisiones, o declarar guerras.